El ex CEO de la constructora española Isolux Corsan fue el único de los detenidos que reconoció haber pagado coimas a representantes del Ministerio de Planificación durante la gestión kirchnerista.
En el marco de la causa por presunta corrupción en la obra pública, el empresario Juan Carlos de Goycoechea tenía previsto ampliar este lunes su indagatoria, mientras buscaba acogerse a la figura de “arrepentido” para que se le reduzca la pena.
El ex CEO de la constructora española Isolux Corsan fue el único de los detenidos que reconoció haber pagado coimas a representantes del Ministerio de Planificación durante la gestión kirchnerista.
De Goycoechea se ofreció a declarar como “arrepentido” a cambio de recuperar su libertad, lo que debe ser analizado por el fiscal Carlos Stornelli y el juez federal Claudio Bonadio, quienes llevan adelante el caso.
Por medio de su abogado, Jorge Landaburu, el sospechoso dijo estar dispuesto a revelar detalles de la presunta trama de corrupción en torno a la obra pública y pidió también ser incluido en el Sistema de Protección de Testigos.
Además, este mimo lunes Bonadio podría tomarle declaración a un grupo de empresarios y ex funcionarios que estarían vinculados a la causa, pero que aún no tienen orden de detención.
Por otra parte, el magistrado podría en los próximos días pedir la captura internacional de Oscar Thomas, ex director ejecutivo del Ente Binacional Yacyretá, el único de los imputados que permanece prófugo.
Este sábado fue detenido el directivo del grupo Pescarmona Francisco Valenti, que volvió a la Argentina tras unas vacaciones en Dubai, y ya son 17 los apresados por esta causa.
El empresario fue recibido por los efectivos policiales en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y se sumó a los 16 involucrados de la causa que ya estaban con prisión preventiva.
Todos ellos aparecen en los cuadernos de Oscar Centeno, quien fue durante muchos años el chofer del ex secretario de Coordinación del Ministerio de Planificación Federal, Roberto Baratta.
En esos escritos figuran presuntas coimas que los directivos de diferentes compañías le habrían pagado a los funcionarios nacionales por trabajos de obra pública.
De acuerdo con Centeno, esos cuadernos fueron quemados “en la parrilla del fondo” de su casa, en el partido bonaerense de Vicente López, pero la Justicia aún tiene una copia de los mismos.